RICARDO BELLVER Y RAMÓN

Ricardo Bellver y Ramón, fue un escultor madrileño, que nació en el número 23 de la calle Cardenal Cisneros, el 23 de febrero de 1845.

Recibió sus primeras clases artísticas, de su padre, el también escultor Francisco Bellver Y Collazos, después continuó sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde, desde el principio, ya obtuvo algunos premios en las categorías de Anatomía Pictórica, y de Dibujo del Antiguo, Natural y Paños.

Desde la temprana edad de 17 años, Ricardo participó en las Exposiciones Nacionales de Bellas Artes. En la edición de 1867, empezó a ser conocido internacionalmente, en el mundo del arte, tras recibir la Mención Honorífica de Primera clase, por un grupo escultórico en yeso, llamado La Virgen con su hijo en el regazo.

En 1874, ganó la oposición para ser Pensionado de Número, en la Academia de Bellas Artes de Roma. Donde, en su primer año, realizó un busto en yeso, del Gran Capitán, Gonzalo de Córdoba, copia de una talla en madera, que Diego de Siloé, hizo en el siglo XVI.

También participó en la Exposición Internacional de Bellas Artes de París, con una estatuilla en bronce, del torero Lagartijo.

De 1876 es el bajorrelieve llamado El Entierro de Santa Inés, que se encuentra actualmente, en la escalera del coro de la Basílica de San Francisco el Grande, en Madrid.

En 1877, en el tercer año en Roma, realizó en yeso, su obra cumbre: El Ángel Caído, inspirándose en unos versos de El Paraíso Perdido, de Miltón. Un año más tarde, la presentó a la Exposición Nacional de Bellas Artes, y obtuvo la Primera Medalla. En ese mismo año, se realizó la fundición en bronce, para presentarla en la Exposición Universal de París.

Se trata de una escultura con una temática muy original, ya que es la única escultura en el mundo, que representa al demonio.

Fue adquirida por el Estado, y pasó a formar parte de la colección del Museo Nacional de El Prado. En 1879, Don Benito Soriano Murillo, por aquel entonces, director de la pinacoteca, sugirió exponerla en público, al aire libre, y se cedió al Ayuntamiento, y desde 1885, decora la plaza homónima; El Ángel Caído, en los jardines de El Retiro.

Realizó algunos otros trabajos, que podemos admirar en Madrid, como son:

Monumento funerario Goya, Moratín, Meléndez Valdés y Donoso Cortes, que se encuentra en el Cementerio de San Isidro.

Imágenes de San Bartolomé y San Andrés, en San Francisco el Grande.

Imagen de Santa Teresa, en la iglesia de Santa Teresa, en la plaza del pintor Soroya.

Imagen de la Virgen del Rosario, en la iglesia de San José.

También se pueden contemplar, otras obras suyas, diseminadas por diferentes puntos de la geografía española:

Sepulcro del Arzobispo de Sevilla, en la catedral de Sevilla, de 1880.

La Asunción de la Virgen, en el mismo lugar, de 1885.

El monumento a Juan Sebastián Elcano, en Getaria, de 1881.

El sepulcro del Cardenal Silicio, en el Colegio de Doncellas Nobles, de Toledo.

Llegó a ser nombrado académico, y acabó siendo el director de la Escuela de Artes y Oficios.

Murió en Madrid, el 20 de diciembre de 1924.

TEXTO E IMÁGENES: José Casado - Photoblog-Madrid

DOCUMENTACIÓN: Wikipedia