Su obra se circunscribe casi en exclusiva a Cataluña, en donde dejó obras sobradamente conocidas, como La Pedrera, el Parque Güell, además de su obra cumbre: La Sagrada Familia.
Sin embargo, fuera de Cataluña firmó tres obras: El Palacio Episcopal, en Astorga, la Casa Botines, en León y El Capricho en Comillas.
En Astorga, ciudad estratégicamente situada en el Camino de Santiago, tenemos constancia de que ya existía un palacio episcopal en el siglo X. Más tarde, tenemos constancia de otro, que, situado dentro de las murallas, la reina Doña Urraca, donó al obispo Don Pelayo, en 1120.
Este edificio, sufrió varias modificaciones, hasta que un devastador incendio lo destruyó el 23 de diciembre de 1886.
En aquel tiempo, era obispo de Astorga Joan Baptista Grau i Villapinos, natural de Reus, y conocedor de la obra de Gaudi, le encargó la construcción del nuevo palacio episcopal. Encargo que Gaudi aceptó en febrero de 1887.
En esa época, Gaudi trabajaba en el Palau Güell y en la cripta de la Sagrada Familia. En junio de ese mismo año, envió los planos al obispo Grau, y en septiembre, la Junta Diocesana envió a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando los planos para que los aprobaran.
Tras una serie de modificaciones, cosa que enfado enormemente a Gaudi, (quien seria el iluminado que se atrevió a enmendar la plana a Gaudi) se aprobaron y la obra salió a subasta, siendo el adjudicatario Policarpo Arias Rodriguez, por una cantidad de 168.520 pesetas.
Se iniciaron las obras a buen ritmo, colocándose la Primera Piedra, el 25 de junio de 1889. Estando las obras muy avanzadas, muere el obispo Grau, y del palacio ya asomaba la tercera planta, y la Junta Diocesana, decide hacer economías, y propuso a Gaudi una serie de modificaciones, este, mostrando su carácter, se negó en rotundo, retirando a todo su personal y abandonando la obra.
A partir de este momento, se hicieron cargo de las obras otros arquitectos; Francesc Blanch i Pons, que estuvo solamente de enero a julio de 1894; Manuel Hernández y Álvarez Reyes, que no aportó nada.
El obispo Julián de Diego y Alcolea, entendió la idea de Gaudi, y marchó a Barcelona, con la idea de convencerlo de que retomara las obras, cosa a la que se negó rotundamente.
El obispo Miranda, sucesor de Diego y Alcolea, encargó las obras al arquitecto Ricardo Garcia Guereta, quien realizó los planos de finalización, que diferían sustancialmente de las ideas de Gaudi, mucho más atrevidas e imaginativas. Acabando las obras en el año 1913.
Tiene aspecto de castillo medieval, construido en granito del Bierzo. De estilo neogótico, presenta elementos militares, almenas, torres, etc.
Esta orientado sudeste a noreste, la planta es rectangular, con las torres colocadas en las esquinas, siendo una de ellas de más diámetro, ya que contiene la escalera de caracol que comunica cada una de las cuatro plantas que tiene.
En la planta principal, alrededor de la pieza central, están agrupadas la espectacular capilla, que forma en el exterior, un triple ábside, con vidrieras, arbotantes y gárgolas, y en el interior los vitrales refuerzan la magnificencia del conjunto; la sala del trono, el despacho del obispo y el comedor de gala.
Aqui podemos ver la capilla.
Vemos tambien el Salon del Trono
Esta es la entrada al palacio, en donde estan ubicadas las taquillas del museo. En aquel tiempo, era obispo de Astorga Joan Baptista Grau i Villapinos, natural de Reus, y conocedor de la obra de Gaudi, le encargó la construcción del nuevo palacio episcopal. Encargo que Gaudi aceptó en febrero de 1887.
En esa época, Gaudi trabajaba en el Palau Güell y en la cripta de la Sagrada Familia. En junio de ese mismo año, envió los planos al obispo Grau, y en septiembre, la Junta Diocesana envió a la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando los planos para que los aprobaran.
Tras una serie de modificaciones, cosa que enfado enormemente a Gaudi, (quien seria el iluminado que se atrevió a enmendar la plana a Gaudi) se aprobaron y la obra salió a subasta, siendo el adjudicatario Policarpo Arias Rodriguez, por una cantidad de 168.520 pesetas.
Se iniciaron las obras a buen ritmo, colocándose la Primera Piedra, el 25 de junio de 1889. Estando las obras muy avanzadas, muere el obispo Grau, y del palacio ya asomaba la tercera planta, y la Junta Diocesana, decide hacer economías, y propuso a Gaudi una serie de modificaciones, este, mostrando su carácter, se negó en rotundo, retirando a todo su personal y abandonando la obra.
A partir de este momento, se hicieron cargo de las obras otros arquitectos; Francesc Blanch i Pons, que estuvo solamente de enero a julio de 1894; Manuel Hernández y Álvarez Reyes, que no aportó nada.
El obispo Julián de Diego y Alcolea, entendió la idea de Gaudi, y marchó a Barcelona, con la idea de convencerlo de que retomara las obras, cosa a la que se negó rotundamente.
El obispo Miranda, sucesor de Diego y Alcolea, encargó las obras al arquitecto Ricardo Garcia Guereta, quien realizó los planos de finalización, que diferían sustancialmente de las ideas de Gaudi, mucho más atrevidas e imaginativas. Acabando las obras en el año 1913.
Tiene aspecto de castillo medieval, construido en granito del Bierzo. De estilo neogótico, presenta elementos militares, almenas, torres, etc.
Esta orientado sudeste a noreste, la planta es rectangular, con las torres colocadas en las esquinas, siendo una de ellas de más diámetro, ya que contiene la escalera de caracol que comunica cada una de las cuatro plantas que tiene.
En la planta principal, alrededor de la pieza central, están agrupadas la espectacular capilla, que forma en el exterior, un triple ábside, con vidrieras, arbotantes y gárgolas, y en el interior los vitrales refuerzan la magnificencia del conjunto; la sala del trono, el despacho del obispo y el comedor de gala.
Aqui podemos ver la capilla.
Vemos tambien el Salon del Trono
En el interior del edificio, esta ubicado el Museo de los Caminos, dedicado a los distintos caminos de Santiago, en donde podemos admirar diferentes obras, tanto pictóricas como escultóricas. Y donde podemos ver desde tallas románicas, del siglo XII, hasta obras actuales de artistas locales.
AGRADECIMIENTOS:
D. José Fernández, director del Museo de los Caminos
IMÁGENES Y TEXTOS:
José Casado
BIBLIOGRAFIA:
www.gaudiallgaudi.com
Wikipedia
Hola José!! Gracias por contarnos la historia de este edificio. Desconocía un montón de aspectos y me ha llamado especialmente la atención el amor propio de Gaudí -y sus enfados, completamente comprensibles-. Pero mira que es bonito el palacio...!!
ResponderEliminarFelicidades por el post y las magníficas fotografías.
Un abrazo, Jesús
Hola Jesús. gracias y tienes razon debia de tener un pronto! El palacio es espectacular tanto por fuera como por dentro, y eso que al no acabarlo Gaudi, alguna de su ideas se quedó sin llevar a cabo. Los angeles que se ven en la foto exterior, iban sobre la fachada y miden 5 metros! en fin...
ResponderEliminarHola José, muchas gracias por este paseo por Astorga y por la obra de Gaudí, ha sido precioso, y me ha encantado aprender cosas nuevas sobre este arquitecto.
ResponderEliminar¡saludos!
Hola Mercedes. Ha sido un placer, tambien para mi, mostrar el trabajo de un genio y que te haya gustado.
ResponderEliminarUn saludo grande para ti.
Ya te daba mi parecer en "Trasgresión",que por cierto no obtuvo respuesta e irás al infierno, que este loco visionario es uno de mis arquitectos de referencia, tanto en arquitectura como en interiorismo y diseño industrial.
ResponderEliminarTe lo has "currao" de lo lindo Josamez, enhorabuena.
Romo, perdoname no habia leido tu comentario. Estoy de acuerdo contigo, para mi tanbien es un genio sin parangon.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Hola!. Mi felicitación sincera por este post que trata con acierto la historia del Palacio Episcopal de Astorga. Conozco muy bien, tanto su continente como su contenido. Con motivo de las Edades del Hombre del año 2000, con el título de "Ecrucijada", se pudo disfrutar de un Palacio vacío, sin su contenido, pudiendo visualizar su Continente en todo su explendor.
ResponderEliminarSi se me permite, me gustaría hacer notar la tremenda conmoción que debió causar en la Astorga de finales del XIX, una obra como la de Gaudí. Un Palacio de Hadas en una ciudad amurallada, llena de conventos, monjas, curas y fábricas de chocolate y de mantecadas.
Hola Jeronimo. Tienes toda la razon, en cuanto al impacto que debio de ser la construcción de un edificio tan singular.
ResponderEliminarAunque, como has podido ver, el blog es basicamente sobre historia de Madrid, no pude evitar hacer esta entrada, cuando supe que iria a Astorga, y reitero las facilidades que me dió la dirección del Museo, cuando contacté con ellos para solicitar los permisos para realizar el reportaje fotografico.
La obra de Dalí me parece alucinante, y soy un ferviente admirador.
Gracias por tus comentarios y un afectuoso saludo.