Vamos a hablar de otro de los grandes arquitectos, que aunque no nacido en Madrid, si que ha dejado una huella, que marca la fisonomía de nuestra ciudad.
Nació en Palermo (Sicilia), que entonces formaba parte del reino de Nápoles y Sicilia, el 5 de marzo de 1721 y falleció en Madrid, en 1797.
Desarrolló, prácticamente la totalidad de su trabajo en España, al servicio de la Casa Real.
Su estilo, era de carácter barroco clasista, cercano al Renacimiento, ya que hasta que apareció Juan de Villanueva, no se puede hablar de un estilo neoclásico puro.
Estudió arquitectura en Roma, y sus primeros contactos con la monarquía española, se remontan a su participación, bajo la dirección de su suegro Luigi Vanvitelli, en la construcción del Palacio Real de Caserta, para el entonces rey de Nápoles, Carlos VII, futuro rey de España, como Carlos III.
Cuando Carlos III accedió al trono de España, le llamó a Madrid, en 1760, y lo puso por encima de los arquitectos españoles de época. Se le nombró Maestro Mayor de las Obras Reales, con el rango de teniente coronel del Cuerpo de Ingenieros, a la vez que se le nombraba académico honorífico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su innegable talento, unido a los favores del rey, le reportaron numerosos encargos y trabajos. Gracias a su trayectoria profesional, fue ascendido a teniente general del Cuerpo de Ingenieros, y se le otorgó el hábito de Caballero de la Orden de Santiago, además, pertenecía al grupo de confianza del rey, al ser nombrado Gentilhombre de Cámara.
De sus numerosos obras, algunas no han llegado hasta nuestros días, como por ejemplo:
El convento de los franciscanos, en el Prado de los Leganitos (1786-1797).
La Puerta de San Vicente (1775).
Nació en Palermo (Sicilia), que entonces formaba parte del reino de Nápoles y Sicilia, el 5 de marzo de 1721 y falleció en Madrid, en 1797.
Desarrolló, prácticamente la totalidad de su trabajo en España, al servicio de la Casa Real.
Su estilo, era de carácter barroco clasista, cercano al Renacimiento, ya que hasta que apareció Juan de Villanueva, no se puede hablar de un estilo neoclásico puro.
Estudió arquitectura en Roma, y sus primeros contactos con la monarquía española, se remontan a su participación, bajo la dirección de su suegro Luigi Vanvitelli, en la construcción del Palacio Real de Caserta, para el entonces rey de Nápoles, Carlos VII, futuro rey de España, como Carlos III.
Cuando Carlos III accedió al trono de España, le llamó a Madrid, en 1760, y lo puso por encima de los arquitectos españoles de época. Se le nombró Maestro Mayor de las Obras Reales, con el rango de teniente coronel del Cuerpo de Ingenieros, a la vez que se le nombraba académico honorífico de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Su innegable talento, unido a los favores del rey, le reportaron numerosos encargos y trabajos. Gracias a su trayectoria profesional, fue ascendido a teniente general del Cuerpo de Ingenieros, y se le otorgó el hábito de Caballero de la Orden de Santiago, además, pertenecía al grupo de confianza del rey, al ser nombrado Gentilhombre de Cámara.
De sus numerosos obras, algunas no han llegado hasta nuestros días, como por ejemplo:
El convento de los franciscanos, en el Prado de los Leganitos (1786-1797).
La Puerta de San Vicente (1775).
La imagen que vemos, no es la que existe actualmente, que fue construida bajo la alcaldía del profesor Tierno Galván, y tiene la particularidad de estar colocada en otro lugar y orientada al revés.
Fuera de la capital, también realizó obras, como:
La Real Fabrica de Armas de Toledo; un cuartel para la Guardia Valona, en Leganes, actualmente forma parte de la Universidad Carlos III; el Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, en Valladolid; En Granada, el convento de las Comendadoras de Santiago. También, intervino en la llamada Capilla de Palafox, en la Catedral de Burgo de Osma (Soria), aunque el resultado final de esta, se lo debemos a Juan de Villanueva.
De las obras que si han llegado hasta nosotros, podemos citar:
El Palacio Real, ya que sustituyó a Sachetti, tras la muerte de este, hasta su conclusión en 1764. Realizó obras, tanto en el exterior, como en el interior.
Fuera de la capital, también realizó obras, como:
La Real Fabrica de Armas de Toledo; un cuartel para la Guardia Valona, en Leganes, actualmente forma parte de la Universidad Carlos III; el Real Monasterio de San Joaquín y Santa Ana, en Valladolid; En Granada, el convento de las Comendadoras de Santiago. También, intervino en la llamada Capilla de Palafox, en la Catedral de Burgo de Osma (Soria), aunque el resultado final de esta, se lo debemos a Juan de Villanueva.
De las obras que si han llegado hasta nosotros, podemos citar:
El Palacio Real, ya que sustituyó a Sachetti, tras la muerte de este, hasta su conclusión en 1764. Realizó obras, tanto en el exterior, como en el interior.
La Real Casa de Aduanas, (1761-1769), actual Mº de hacienda en la calle de Alcalá.
Realiza, junto con Francisco Gutiérrez, los sepulcros de Fernando VI y Bárbara de Braganza, que están en la iglesia de las Salesas Reales.
Dirige las obras de la remodelación de la Cuesta de San Vicente (1767-1777).
Proyecta y construye la Puerta de Alcalá (1774-1778).
Dirige las obras de la remodelación de la Cuesta de San Vicente (1767-1777).
Proyecta y construye la Puerta de Alcalá (1774-1778).
En 1774, se hace cargo de las obras de la Basílica de San Francisco El Grande, hasta su terminación en 1784.
Las obras de alcantarillado, empedrado y limpieza de la Corte (1761-1765)
Construye la Casa de Secretarios de Estado y de Despacho, también conocida como Palacio de Godoy o de Grimaldi (1776), en la calle Bailen.
Continúa con las obras del Hospital General, que había iniciado Jose de Hermosilla (1776-1781), con el reinado de Fernando VI, actual Museo Reina Sofía y Conservatorio de Música.
Proyecta y realiza la traza primitiva, y la puerta del real Jardín Botánico (1774-1781).
Proyecta y realiza la traza primitiva, y la puerta del real Jardín Botánico (1774-1781).
Participa, junto con Juan de Villanueva, en las obras de remodelación de la Plaza Mayor, tras el incendio acaecido en 1790.
En la Casa de Campo, también tiene Sabatini, numerosas intervenciones, promovidas por Carlos III. Destacan la remodelación del Palacio de los Vargas.
Las iglesias de Rodajos, aunque de esta no queda nada y de Torrecilla.
Además, realizó también, casas de guardas, La Faisanera, caminos, puertas, rejas, obras hidráulicas y el cerramiento de la finca. No todas estas creaciones han sobrevivido al paso del tiempo, ni a la Guerra Civil, claro. Pero podemos admirar una de sus obras más impactantes como es el Puente de la Culebra.
Construido sobre el arroyo Meaques, por el mero hecho de que resultase bonito, ya que era poco practico, puesto que no lo podian atravesar los carruajes, por su estrechez y por su serpenteante diseño.
TEXTO E IMAGENES ACTUALES:
José Casado
DOCUMENTACIÓN:
Wikipedia
Andarines.com
Archivos de imagenes antiguas.
Hola José:
ResponderEliminarMe encantan estos reportajes que haces de los arquitectos, madrileños o no, que han sido decisivos para definir el perfil urbano de la villa.
De las obras que enumeras, me quedo, por ser casi un desconocido, con el actual Ministerio de Hacienda, antigua Casa de Aduanas.
Un abrazo y felicidades, Jesús
Hola Jesus. Gracias por el comentario, la verdad es que se aprende mucho investigando la vida de estos personajes.
ResponderEliminarCoincido contigo en el edificio de Aduanas, a mi tambien es el que mas me gusta.
Un abrazo
Hola José,
ResponderEliminarTodas las obras que nos muestras, ya sean tardobarrocas o neoclásicas, han dejado un poso inconfundible a Madrid de elegancia e ilustración que le hacía falta por aquellas épocas.
Enhorabuena por el artículo.
Saludos
Hola Antonio.
ResponderEliminarEfectivamente, independientemente del estilo arquitectonico, todos estos edificios marcan el estilo de una gran ciudad, y la variedad que ofrece Madrid, la hacen fantastica.
Gracias y un saludo.
Hola José,
ResponderEliminarQué afortunado fue Carlos III al poder contar con el trío Ventura Rodríguez, Sabatini y Villanueva para elevar a Madrid a la categoría de una de las ciudades más bonitas del mundo...o más.
Felicidades biógrafo. Un abrazo.
Hola Manuel. Que afortunado Carlos III, y que afortunados nosotros, que podemos disfrutar de sus obras en nuestra ciudad.
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazo.
Sin duda uno de los arquitectos por excelencia de nuestra ciudad. Sería casi imposible concebir Madrid sin él. Aunque también pienso que el edificio de Aduanas es precioso, no puedo evitar poner por delante la maravillosa Puerta de Alcalá, de la que no se conformó con un proyecto, sino que hizo dos distintos, y los dos se ejecutaron, uno en cada cara, porque a ver quien era el bonito que elegía uno de los dos. Creo sinceramente que nuestra Puerta es de una belleza sublime, que nada tiene que envidiar a cualquier otra puerta del mundo.
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