La localidad madrileña de
Navalcarnero, es famosa por varias cosas: su historia, las cuevas (de las que
ya hablamos en este blog), el vino, su gastronomía, incluso, y esto no es muy
conocido, posee una de las dos únicas obras que el artista estadunidense
Openheimer, tiene fuera de su país; la titulada The Cristal Garden. Pero tiene
una cosa poco conocida, al menos para los visitantes, y son sus Trampantojos.
Alberto Pirrongelli, (Mérida,
1942), ha sido el artista que ha realizado estas obras. Próximamente haremos
una entrada comentando su obra.
En Navalcarnero, además de haber
pintado los frescos de alguna de sus iglesias, como la de Santa Águeda, o la
ermita de San Cosme y San Damián, ha dejado su arte impreso en varias partes
del municipio, en donde podemos ver, tanto murales, como trampantojos, e
incluso en alguna obra, una mezcla de los dos.
En la Plaza V Centenario, podemos
ver el mural que recuerda el Primer Concejo que se realizó y donde se firmó el
Acta de creación del municipio.
Como podemos observar, es un
mural, de grandes dimensiones, y en la parte de abajo, se convierte en un
trampantojo, al haber pintado a distintas personas que, pasean, contemplan y
fotografían el mural.
Junto al edificio que alberga el
Centro de Mayores, podemos ver otro trampantojo, que consiste en dos ventanas.
En la plaza del Calvario, podemos
ver, en toda su plenitud, el estilo hiperrealista que conlleva un trampantojo.
En todo el chaflán, está representada la propia tienda de piensos, que allí
existe, así como diferentes negocios y personajes haciendo su vida.
En una recoleta plazuela,
aprovechando una fuente escalonada, podemos ver este trampantojo.
En la parte alta de este
edificio, que es centro cultural, podemos observar otro trampantojo.
Y si miramos con atención, aun en
la distancia, podemos identificar a uno de los personajes que están asomados en
la balaustra…..efectivamente es Gloria Fuertes, ya que el centro, lleva su
nombre.
Y por último, podemos observar,
en la calle de San Roque, los dos trampantojos, uno a cada lado de la calle,
que representan sendas viviendas, con distintos personajes, en los balcones.
En este observar el detalle, del
operario que manipula una farola, mientras arriba, en el balcón, un hombre
trastea con una bombona de butano.
Ademas, tambien podemos observar, en distintas partes de la localidad, distintos murales, como en el Pasaje del Museo del Vino, calle San Roque, y en alguna que otra plaza.
TEXTO E IMÁGENES: José Casado
DOCUMENTACION: Oficina
Información y Turismo de Navalcarnero.
Hola José:
ResponderEliminarEspectacular. No sabía nada de estos murales y trampantojos. Son bellísimos. En el fondo me da mucha envidia, si los comparamos con los que se hicieron hace décadas en Madrid, que se encuentran en un estado muy deteriorados, cuando no han desaparecido.
Muchas gracias. Abrazos, Jesús
Hola Jesus. Tiene razon son impresionantes. El autor de los de Madrid es el mismo artista.
ResponderEliminarAqui lo que han hecho, ha sido poner unas mamparas de metacrilato, hasta 2 metros, para evitar los grafitis y pintadas.
Un abrazo.
Quéeeeee bonitos,
ResponderEliminargracias José, me encantan los trampantojos.
Es una buena idea lo de protegerlos, en Madrid algunos da pena verlos.
Hola Mercedes. Es verdad, a mi me llamó la atención ver las planchas de metacrilato. Una vez visto el de la Plaza de los Carros, es una buena idea.
ResponderEliminarUn saludo.
Hola José,
ResponderEliminarSon chulísimos, algunos me recuerdan las calles de Berlín. Leyendo el post me sorprendía que no estuviesen pintarrajeados. Buena idea lo de las mamparas anti vándalos.
Gracias por el recorrido "trampantojero".
Un abrazo.
Hola Manuel. Es verdad que son una buena idea. No conozco Berlin, pero la verdad es que adornan mucho, y evitan paredones insulsos.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
Hola José,
ResponderEliminarEs una solución estupenda al problema de las medianerías vistas que tanto estropean el paisaje urbano. El problema nace con una normativa especulativa que permite una altura excesiva donde antes había una escala más humana. El progreso mal entendido.
Enhorabuena por este descubrimiento en un pueblo "a tiro de piedra" de Madrid.
Un abrazo
Los artistas los hacen y los idiotas los deshacen.nunca cambiaremos¡una lastima!,muchas gracias por darnos a conocer estas obras son bellisimas,por lo menos para mí.
ResponderEliminarUn saludo de G.M.P.
Hola! Perdona que no te haya contestado, no recibí nota de este comentario.
ResponderEliminarTienes toda la razón, pero la incultura no tiene limites.
Un saludo.
Antonio, te comento lo mismo que a anónimo, perdón por no contestar.
ResponderEliminarEs verdad lo que dices de las excesivas alturas, y de hay esos murallones que quedan al construir.
Al menos con esta iniciativa se da un toque artístico e histórico.
En Navalcarnero, hay también gran cantidad de murales conmemorativos, también de Pirrongelli, que no han entrado en este post, por no ser trampantojos, pero que nos muestran la vida cotidiana de los habitantes del pueblo en el pasado.
Un abrazo,
Que buena idea lo del matacrilato. Ojala en Madrid hubieran hecho lo mismo. Es una pena que otros pinten encima.
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