Fue, junto con Sabattini, Juan de Villanueva y Ventura
Rodriguez, uno de los arquitectos más importantes del siglo XVIII.
Nació en Llerena, Badajoz, en 1715, y falleció en Madrid, en
1776.
Por imposición paterna, comenzó
la carrera eclesiástica, pero al quedar huérfano la abandonó, y se centró en
estudios de ciencias y matemáticas, después ingresó en el real Cuerpo de
Ingenieros Militares, y como delineante en las obras del Palacio Real de Madrid,
que llevaba Sachetti.
Ingresó en la Real Academia de
Bellas Artes de San Fernando, y en 1747, marchó a Roma, como pensionado.
Tras terminarse su pensionado, se
quedó durante 4 años, en los cuales escribió un tratado sobre arquitectura
civil, y trabajo junto al arquitecto papal Fernandino Fuga, que por aquel
entonces, realizaba la iglesia-convento de SS. Trinitá deglio Spagnolo, y como
arquitecto independiente.
Tras su vuelta, en 1752, fue
nombrado Teniente Director de Arquitectura, en la Academia. Sin embargo, en
1756, abandonó el cargo, y pasó a ser Ingeniero Extraordinario, con el grado de
capitán, de los ejércitos de su majestad, bajo la protección del duque de
Aranda.
Por encargo real, tras ganar el
concurso al que había presentado un proyecto, estando en disputa con Ventura Rodríguez,
que a su vez, había presentado otro, recibe el encargo de construir un nuevo
Hospital General.
Alrededor de 1761, diseñó, con las ideas de fray Francisco Cabeza, para la basílica de San Francisco el Grande, un proyecto. Este consistía en un edificio que constaba de un templo circular, rodeado por siete capillas, y una gran cúpula circular de 33 metros de diámetro.
En 1765, realizó un viaje a Andalucía,
acompañado por sus entonces discípulos, Juan de Villanueva y Pedro Arnal, para
estudiar el arte árabe, en Córdoba y Granada.
Dibujaron La Mezquita de Córdoba
y La Alhambra de Granada, y de ese trabajo, surgió una publicación, que resultó
de gran importancia para la arquitectura española: “Las Antigüedades Árabes en
España”, en 1787.
En 1767, fue también el autor del proyecto del Salón del
Prado, que consistía en una gran extensión alargada, adornada con fuentes, y
otros ornamentos, y que posteriormente realizaría Ventura Rodriguez.
Fuera de Madrid, sus obras más importantes, fueron la
fachada principal de la iglesia de Nuestra Señora de la Granada, en su pueblo
natal, Llerena, y el Colegio Anaya, en Salamanca, edificio capital para el
estilo Neoclásico español.
TEXTO E IMÁGENES
ACTUALES: José Casado
DOCUMENTACION E
IMÁGENES ANTIGUAS: Wikipedia, Extremenosilustres.com, Madripedia,
Artehistoria
Hola José:
ResponderEliminarGracias por este post, dedicado a Hermosilla, al que tengo una especial simpatía. Está entre los grandes de la arquitectura y del urbanismo madrileño, pero, me temo, que no es tan conocido como otros arquitectos. Al menos se le ha dedicado una de las calles más conocidas de Madrid, reconocimiento del que carecen otros, como Pedro de Ribera (más allá de los jardines que llevan su nombre).
Felicidades. Un abrazo, Jesús
Hola José,
ResponderEliminarEntre las obras que has citado me quedo con el Colegio Anaya. Su claustro es puro equilibrio, armonía y elegancia.
Estupendo post. Enhorabuena.
Un abrazo.
Hola José,
ResponderEliminarAunque Hermosilla no era madrileño, vino a Madrid para ir de aquí al cielo. La verdad es que no dejó obras muy significativas, quizá le ensombrecieran las de sus alumnos. Injusticias del destino.
Felicidades y un abrazo.
Hola Jesus. Es cierto que es bastante desconocido, a pesar de haber contribuido al desarrollo urbanistico de Madrid, quizas sea porque no dejó demasiados edificios.
ResponderEliminarPero si Hermosilla es poco conocido, imaginate José de Urioste o Juan pedro Arnal, de los cuales ya subiremos sus correspondientes post.
Gracias y un Abrazo.
Hola Antonio. Estoy de acuerdo contigo, he visto imagenes del colegio Anaya, y es soberbio.
ResponderEliminarGracias por el comentario. Un abrazo
Hola Manuel. es verdad, no era madrileño, pero aqui dejó su impronta, aunque nos dejara pocos edificios, y estoy de acuerdo con lo que comentas de que le hicieron sombra sus alumnos, es que era muy buenos Villanueva y Arnal ( nacido en Madrid, aunque de origen frances.).
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, José, es estupendo este recuerdo a los grandes arquitectos madrileños (aunque no hayan nacido en Madrid). Hermosilla dejó pocas cosas, pero muy importantes.
ResponderEliminarSaludos
Hola Mercedes. Es verdad, dejó pocas cosas, pero importantes, y formó a otros grandes arquitectos.
ResponderEliminarGracias y un saludo.