lunes, 24 de enero de 2011

EL ARROYO ABROÑIGAL

Su origen estaba en las Peñas de Valnegral, junto a la aldea del mismo nombre o también Val del Nogueral, de donde derivó a “breñigal”, y después a “abroñigal”, en lo que hoy es Chamartin, mas o menos en la zona en la que esta ubicada la urbanización Virgen del Cortijo.

Desemboca en el Manzanares, junto al Puente de Vallecas y la estación de contenedores El Abroñigal.

Hoy en día, esta soterrado bajo el manto asfáltico de la M-30, y era sobrevolado por dos puentes: El de Ventas y el de Vallecas. Aquí podemos ver el de Ventas, en la llamada Avenida de Aragón

















Y aquí vemos el de Vallecas, con sus famosos “tres ojos”
La primera vez que se nombra oficialmente al arroyo de Valnegral, es en el Fuero de Madrid, de 1346. Y según el Diccionario Enciclopédico de Isabel Gea, este tenia un afluente que era el arroyo de la Castellana, parece ser que llamado Arroyo del Clavel, que confluía con el Abroñigal, a la altura de Méndez Álvaro, y que tenia su nacimiento en el Arenal de Maudes, en donde hoy estaría la Plaza de Cuzco, aldea que más tarde pasaría a formar parte del pueblo de Chamartin de la Rosa.

El arroyo Abroñigal, fue muy importante en su momento, ya que regaba grandes extensiones de terrenos, propiedad la mayoría, de la Orden de Calatrava, que por aquel entonces, estamos en 1206, eran los propietarios de las tierras. En esa época, el rey Fernando III, El Santo, prohibió que las ordenes militares pudiesen comprar terrenos del Concejo de Madrid.

Aquí vemos una imagen, del cauce seco del arroyo, a su paso por Vallecas


El primer puente que nos encontrábamos en su camino, como hemos comentado, era el Puente de Ventas. Se realizó en siglo XVII, parece que sobre un proyecto de Juan Gómez de Mora, con un coste de 100.000 reales de vellón.

Después nos encontrábamos, con el Puente de Vallecas. Se le encargó a Pedro de Ribera, hacia 1731, que ya había acabado el Puente de Toledo, dos proyectos para su realización, uno en madera y otro de albañilería. Se escogió este ultimo acabado, y tuvo un coste de 65.000 reales de vellón.
Posteriormente, el Puente de Ventas fue reparado en 1744, por Sachetti, con un coste de 10.000 reales de vellón, y el de Vallecas, se reparó en 1751, por el arquitecto Manuel de Villegas, con un coste de 6.311 reales de vellón.

En este mapa, podemos observar la ubicación de los dos puentes citados.




En este otro mapa geológico, podemos observar la ubicación de los arroyos de Madrid. Podemos ver el Abroñigal, el Meaques, etc.




TEXTO: José Casado.
MAPAS: Instituto Geológico
BIBLIOGRAFIA: Paloma Torrijos, Wikipedia.

viernes, 7 de enero de 2011

LOS LEONES DE LAS CORTES

El edificio del Congreso, se construyó sobre el mismo emplazamiento que, antiguamente ocupaba el Convento del Espíritu Santo, que había sufrido un incendio en 1823, y que fue demolido en 1842.
La Primera piedra del Congreso, se colocó en 1843, por la reina Isabel II.

Parece ser, que el arquitecto que diseño el edificio, don Narciso Pascual y Colomer, no incorporó ningún adorno para la entrada del mismo, y simplemente se limitó a colocar dos farolas.

Se recabó la ayuda del escultor italiano Ponciano Ponzano, que por aquel entonces, comenzaba a tener gran predicamento. Este, se inspiro en un edificio que existía en Zaragoza y que presentaba en su fachada dos gigantes.

El arquitecto, propuso decorar la entrada del Congreso, con dos leones, sentados con largas melenas. La propuesta se aceptó, y Ponzano esculpió las figuras, las fundió e hizo dos moldes en yeso, a los que aplicó una pintura de bronce.

En este grabado de la época, puede apreciarse el resultado final.


En 1851, las estatuas fueron colocadas, sobre unos pedestales. Pero no es de extrañar que al cabo de un año, estas presentaran graves deterioros, debido a la intemperie.

Ante esta situación, la prensa y los propios parlamentarios, reclamaron una solución, que apuntaba a que los leones se fundieran en bronce. Cuando recurrieron a Ponzano, esta ya en el cenit de su carrera, acababa de ser nombrado miembro de la Real Academia de las Bellas Artes de San Fernando, molesto con el Gobierno por algunos problemas de pagos, presentó un presupuesto tan elevado, que se consideró inaceptable.

Se recurrió entonces, a Ricardo Bellver, que ya había construido su famoso Ángel Caído, que tras un año de trabajo, presentó sus dos leones en piedra. Pero resultó que el Gobierno los consideró. “Poco impactantes e indignos”, de ser colocados en lugar tan principal.

Estos dos leones, se vendieron, y terminaron en la entrada del Jardín de Monforte, en Valencia, propiedad del marques de San Juan, en donde siguen estando, en la actualidad, como podemos ver.
Tras este contratiempo, el Gobierno consultó con el ejercito, sobre la posibilidad de que los leones originales de Ponzano, fuesen fundidos en bronce en una fabrica de artillería de Sevilla. El proyecto, se paralizó durante dos años, debido a los cambios de gobierno.

Hubo una propuesta de que se fundieran en Paris, para evitar mas retrasos, pero la reina Isabel II, tomó cartas en el asunto declarando que: ”Seria vergonzoso par España, que un monumento dedicado al Congreso de los Diputados, se hiciese en el extranjero”. Entonces se dió la orden de fundirlo en Sevilla, al coste que fuese.

Aprovechando que hacia algún tiempo, tras la batalla de Wad-Rass, contra Marruecos, el general O’Donnell, había incautado varios cañones y las llaves de la ciudad de Tetuán, se realizó la fundición, pero surgieron problemas técnicos, debido a la composición de la aleación de cobre y zinc, ya nunca se habían hecho una colada que no fuese para hacer cañones.

Mientras tanto, el Gobierno, había llegado a un acuerdo con Ponzano, y el escultor volvió a esculpir los leones, pero esta vez, colocando una pata de cada uno, sobre una esfera. Al final la fundición se realizó, bajo la supervisión de Ponzano. Así que el escultor es autor, tanto de los leones de la entrada, como del frontispicio que corona el edificio.

Una vez solventados los problemas, las dos esculturas, de 2.219 Kg, y 2.668 Kg de peso, fueron presentados a la prensa de Sevilla, en 1865.

Una vez que fueron trasladadas a Madrid, y antes de su colocación, volvieron a surgir problemas. Esta vez, los propios parlamentarios, argumentaron que no se sentían bien con el hecho de que se hubiesen fundido con un botín obtenido en una guerra impopular e imperialista.


Tras siete años de discusiones, y gracias a la mediación de Federico Madrazo, pintor, y del Marques de Cubas, parlamentario y Alcalde de Madrid, se aprobó su colocación, veintidós años después de su encargo!! Y es que, las cosas de palacio, van despacio....

Aquí podemos ver imágenes de la época.







TEXTO: José Casado.
IMAGENES: José Casado, Wikipedia, Archivos en Internet(fotos antiguas)
BIBLIOGRAFIA: Wikipedia, Madrid Oculto de Marco & Peter Besas

lunes, 3 de enero de 2011

EL GASOMETRO

En la Ronda de Toledo, junto a la Puerta de Toledo, podemos ver una anacrónica construcción en mitad de un pequeño parque.

La chimenea a la que hacemos referencia, es, aparte de la puerta del parque, lo que queda de una antigua fabrica de gas, conocida en la época como El Gasómetro.

La Sociedad Madrileña para el Alumbrado de Gas, constituida el 20 de febrero de 1846, construyó, en 1848, en unos terrenos cedidos por el Ayuntamiento, una fabrica de gas, destinado al alumbrado publico. En su diseño tuvo gran importancia el ingeniero polaco Tomasz Francisek Batmanski.

La fabrica, tenia varios hornos, a unos de los cuales pertenecía la chimenea que ha llegado hasta nuestros días, almacenes de carbón, que era la materia prima, varios depósitos para almacenar el gas, fragua, así como los edificios de las oficinas y viviendas para los empleados.

Los primeros lugares que recibieron el suministros de gas, fueron los organismos oficiales, algunos palacios y los teatros. Las primeras calles iluminadas, fueron el paseo y la calle del Prado, y la calle del Lobo. Debido a la fuerte demanda, fue necesario ampliar las instalaciones.

En 1856, la sociedad se declaró en bancarrota, y se hizo cargo de ella la empresa Crédito Mobiliario Español, pasando, en 1865 a la Compañía Madrileña de Alumbrado y Calefacción por Gas.


En 1876, se suministraba gas a 4.250 farolas y en 1929, todavía 21.000 focos públicos, dependían de esta fuente de energía.

La escasez de carbón, provocada por la Primera Guerra Mundial, obligó al Ayuntamiento a hacerse cargo de la fabrica, entre 1917 y 1922, a través de la empresa Gas Madrid. A partir de los años cuarenta del siglo XX, se fue sustituyendo el alumbrado de gas, por el eléctrico.

La fabrica se traslado, en 1967 al barrio de Manoteras, siendo derribada la fabrica de la Ronda de Toledo.