Cerca del Palacio de Cibeles, delimitado por las calles Marques de Duero, Salustiano Olózaga y Pedro Muñoz Seca, encontramos es singular edificio.
Este es el llamado Palacio de Zabálburu y es de la misma época que los palacios de Linares, y el Conde de la Fuente Nueva de Arenzana. Todos ellos construidos en las primeras manzanas, entre el Paseo de Recoletos y Serrano, próximos a la Plaza de Cibeles.
Esta zona, ejercía una extraña atracción sobre la aristocracia de la ciudad, quizás debido a la proximidad con el palacio, construido por Pascual y Colomer, para el marques de Salamanca.Este es el llamado Palacio de Zabálburu y es de la misma época que los palacios de Linares, y el Conde de la Fuente Nueva de Arenzana. Todos ellos construidos en las primeras manzanas, entre el Paseo de Recoletos y Serrano, próximos a la Plaza de Cibeles.
La remodelación del Paseo de Recoletos, según las directrices de Mesonero Romanos en 1846, determinó el perfil social, que habría en el futuro en esta zona, situación que se materializó en el anteproyecto del Ensanche, diseñado por Carlos Maria de Castro, en 1857.
El palacio de Zabálburu, se proyectó en 1872 por José Segundo de Lema, quien también dirigió las obras, entre los años 1876 y 1878. El edifico sigue las pautas del racionalismo neogótico. Podemos observar las reminiscencias medievales, tanto en los materiales empleados, como en la composición de ventanas, puertas, rejas y marquesinas. En el patio de carruajes, existe una escalera simétrica que comunica con las zonas nobles del palacio, y sobre todo en el balcón que preside el chaflán, que es lo más representativo de la época medieval centroeuropea.
Durante le siglo XX, realizan distintas reformas. En 1900, Severino Sainz de Lastra, realizó los cerramiento de patios y huecos interiores; en 1911, Luis Landecha, realizó un invernadero en el patio trasero, que debido a su orientación septentrional, no resultó muy acertado.
En 1917, se construyó un pabellón para fumadores y una terraza, y en 1919, se añadió el tercer piso que da a la calle Marques de Duero.
En 1936, al comenzar la Guerra Civil, el edificio, que había sido incautado, albergo a La Alianza de Intelectuales Antifascistas.
Fue uno de los viveros culturales de la ciudad, y durante tres años, alli convivieron personajes de la cultura como Rafael Alberti, León Felipe, Miguel Hernández, Vicente Aleixandre, incluso Hernest Hemingway. Todos ellos convivieron, junto con el mayordomo y el personal de servicio que había quedado del palacio.
Alberti lo describió así: “palacio de gusto horrendo, salones enormes y oscuros, pesados de muebles….” Y el periodista americano Ligston Hughes, en sus memorias, lo describia como: “caserón de unas 50 habitaciones, con cuadros de Goya y El Greco, tapices antiguos, enormes jarrones de porcelana, sillas originales estilo Luis XV. La biblioteca, contiene unos 20.000 volúmenes, y es la más completa de Madrid, conteniendo incluso manuscritos de Lope de Vega y Quevedo….”
Como apunte, podemos decir, que hubo denuncias publicadas sobre la desaparición de diversos incunables de la citada biblioteca.
Don Francisco Zabalburu, nació en Bilbao en 1824. Pertenecía a la elite bilbaína, y formó parte del primer Consejo de Administración del Banco de Bilbao, y era accionistas de diversas empresas financieras, de transportes, etc. Fue también un mecenas que ayudó por ejemplo a Julián Gayarre. Incluso participó en la confección de libros sobre Paleografía.
El palacio, al igual que el de Linares, se construyó sobre los terrenos del antiguo Pósito de la Villa. El Pósito, era el lugar en donde se almacenaba el grano. Este se construyó en 1661, como Fabrica de Moneda, actividad que desarrolló durante cuatro años, tras los que fue cedido para Pósito.
En 1665, se realizaron obras de ampliación, y durante el siglo XIX, fue destinado a cuartel de Ingenieros, siendo derribado en 1869, construyéndose entonces el palacio. Hoy alberga la Mutualidad General Judicial.
TEXTO E IMÁGENES: José Casado
DOCUMENTACION:
Diccionario Enciclopédico de Madrid, Maria Isabel Gea
MADRIDHISTORICO. COM
Hola José:
ResponderEliminarMagnífico artículo. Me ha encantado!!! No sabía que, alrededor de este edificio, hubiese tanta historia. Y, contrariamente a las opiniones de Alberti, me gusta mucho su arquitectura. Tiene un estilo muy personal y tremendamente singular comparado con otros palacios de la época.
Muchas gracias. Un abrazo, Jesús
A mí también me gusta este edifico, llama la atención.
ResponderEliminarY también el post, gracias José!
Magnifico e infravalorado,tu articulo excelente,sigue así.
ResponderEliminarUn saludo de G.M.P.
Hola José,
ResponderEliminarQué cantidad de cosas...y casas, pasan desapercibidas hasta que alguien, en este caso Josamez, se interesa por ellas y nos cuenta su historia. Madrid está por descubrir.
Gracias y un abrazo.
Hola Jesús. La verdad es que no lo conocia, y lo descubrí por casualidad el dia que fui a ver el Palacio de Cibeles, me llamó la atencion su estilo medieval evidente. Y al indagar sobre el, aparecio toda esa información.
ResponderEliminarGracias y un abrazo.
Hola Mercedes. Es cierto, es totalmente distinto a los otros palacios de la epoca, y por eso llama la atención.
ResponderEliminarMuchas gracias y un saludo.
Hola G.P.M. Tienes toda la razon, hay edificios magnificos en Madrid, totalmente anonimos, pero con una carga de historia increible.
ResponderEliminarMuchas gracias y un saludo.
Manuel, totalmente de acuerdo. Madrid es una ciudad cargada de historia, y con unos edificios increibles..Que suerte tenemos de vivir aqui! Seguiremos descubriendo cosas.
ResponderEliminarMuchas gracias y un abrazo.
Gracias a Juan Segundo de Lema, ha sido posible la ampliación del Prado hacia el Claustro de los Jerónimos, pues gracias a sus críticas detuvo su desmontaje que ya había comenzado el alarife Angel Pozas. Gracias Juan.
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