FUENTE DE JUAN DE VILLANUEVA.
Aunque lo pueda parecer, esta fuente no la diseñó, y construyó Juan de Villanueva, sino que es erigida en su honor. Honor merecido indudablemente, como reconocimiento a las importantes aportaciones artísticas, que este arquitecto del siglo XVIII, dejó en Madrid.
La primera idea sobre levantar un monumento a la memoria de este arquitecto, se remonta a 1865, cuando se encargó una escultura a José Piquer. En 1865, Antonio Murillo, realizó un boceto en yeso, pero no llegó a plasmarse en nada definitivo.
En 1939, se retomó de nuevo la idea del monumento, aprovechando el segundo centenario del nacimiento del artista, pero no fue hasta 1943, cuando se convocó el concurso pertinente.
El concurso, lo ganó Victor D'ors, y el escultor Santiago Costa, que propusieron que su obra sustituyese al monumento de Los Saineteros, en la Glorieta de San Vicente.
Los Saineteros.
Los saineteros, es un monumento, que fue inaugurado por el entonces alcalde de Madrid Eduardo Vicenti, en 1913. Es obra del escultor Lorenzo Coullaut-Varela. Es un homenaje a una serie de dramaturgos madrileños: Ramón de la Cruz, Ricardo de la Vega, Francisco Asenjo Barbieri y Federico Chueca. Hoy está en un jardín en la calle Luchana.
La fuente se construyó entre 1946 y 1951, inaugurándose al año siguiente.
En 1994 con motivo de la reconstrucción de la Puerta de San Vicente (copia, no reconstrucción, ya que las piedras originales, de cuando se desmanteló, guardadas en almacenes municipales, nunca se encontraron, teniéndose que construir de nuevas, con el agravante de que se instaló al revés, las puertas miran hacia afuera de la ciudad, no hacía adentro), se desmanteló y se llevó a su emplazamiento actual, en el Paseo de Camoens, en el Parque del Oeste.
Fuente de la Fama.
En este emplazamiento, estuvo, desde 1911 a 19941, la Fuente de la Fama. Obra del arquitecto municipal Pedro de Ribera, se colocó en 1731. Tras estar en la plaza de Anton Martin, se trasladó al Parque del Oeste, en 1907, después, en 1941, se trasladó a los jardines Pedro Ribera, junto al Hospicio de San Fernando.
En el traslado de la Fuente de Villanueva, desde la glorieta de San Vicente, al Parque del Oeste, se perdieron los cuatro grupos escultóricos que la adornaban. Tiempo después, se encontraron dos de ellos que, una vez restaurados, fueron colocados en distintas ubicaciones, uno en El Retiro (Mujer tumbada).
Y otro (vandalizado) en la Dalieda de San Francisco, (San Isidro Labrador)
La fuente, que mide 20 metros de altura, está construida sobre un pilón y es una acumulación de arquitecturas colocadas verticalmente.
Sobre el primer pedestal, octogonal, adornado con ocho medallones, alusivos al a la obra de VIllanueva, se levanta un templete jónico, a imagen de los griegos, con un soporte para una gran taza neobarroca de piedra; sobre esta, se ubica otro pedestal octogonal más pequeño, pero también con ocho columnas.
Encima de este, sobresale una columna, que se abre en ocho gajos, que sostienen la taza superior, más pequeña, y en todo lo alto, una columna rematada por cuatro volutas de piedra, que representan la Flor de Lis, el emblema de los Borbones.
TEXTO E IMÁGENES: José Casado -Josamez
DOCUMENTACIÓN: Dirección Gral. de Intervención en el Paisaje Urbano, Mirador Madrid.
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